Deberá atemperarse previamente a su degustación, puesto que si se sirve en frío no se podrán apreciar todas sus cualidades sensoriales. El queso entero se cortará primero por la mitad, luego una cuña y a continuación podrán hacerse triángulos iguales desde la corteza hasta la cuña, evitando que el grosor de los mismos sea demasiado fino o demasiado grueso. Maridan con vinos blancos secos o semi-secos ligeramente afrutados, y tintos ligeros muy pocos taninos. Los tintos de crianza con cuerpo e intensidad son la pareja perfecta para los quesos curados de cabra.